Combina todo en un procesador de alimentos, excluyendo las chispas de chocolate y el aceite de coco. Mezclar hasta que esté suave. Incorpora las chispas de chocolate y lleva al frigorífico durante 15 minutos.
Forma bolitas del tamaño de una nuez con la masa y colócalas en una bandeja forrada con papel pergamino. Si la masa queda demasiado pegajosa no dudes en añadir un poco más de harina. Luego congela las bolas durante 30 minutos.
Derretir el chocolate y el aceite de coco en el microondas o en baño maría.
Sumerja cada bola en chocolate derretido, cubra con sal en escamas y luego congele durante 10 minutos más hasta que el chocolate se endurezca. Conservar en la nevera.