Cuece los frijoles hasta que estén tiernos, sazonando con un poco de sal y las hojas de laurel.
En una sartén aparte, saltee la cebolla en aceite hasta que esté tierna. Agregue el ajo y el tomate (si los usa) y las especias adicionales al gusto y saltee hasta que estén cocidos, un poco dorados y reducidos.
Escurre la cantidad de frijoles de la olla que quieras comer ese día y agrégalos a la sartén.
Mezcle los frijoles en la sartén a fuego medio hasta que absorban todos esos sabores. Agregue un poco de agua para cocinar si es necesario para que tengan una buena consistencia para servir.
Sirva sobre arroz o quinua. ¡Puedes agregarle un huevo frito, aguacates o lo que más te guste o tengas!
Nos encantaría ver qué haces con los frijoles, así que compártelo con la comunidad WOT. Lo que no comas, se congelará muy bien para una segunda comida.