El pescado blanco de cualquier tipo funciona, pero sé creativo y utiliza lo que tengas. Para que el pescado tenga una buena corteza, conviene lavarlo y secarlo.
Sazone el pescado con sal, pimienta y limón si lo tiene (eso es lo que usé). O use su condimento favorito.
Comience con una sartén caliente, calentada a fuego medio-alto, cubierta con aceite.
Coloque el pescado con la piel hacia abajo y aplique presión suavemente para que toda la superficie entre en contacto con la sartén y evite que el pescado se enrolle.
Cocine hasta que vea aparecer un color dorado en los bordes del pescado, luego voltee. Cocine el segundo lado por unos minutos, retírelo de la sartén y colóquelo en un plato con una toalla de papel.
Si el pescado es más grueso, tardará un poco más en cocinarse. Es posible que tengas que reducir el fuego para cocinar bien el pescado.