Enjuague las cebolletas en agua fría y séquelas. Recorta los extremos de la raíz. Separe los tallos y las hojas, y corte los tallos en 3 pedazos cada uno. Corta las hojas en pedazos aproximadamente del mismo tamaño que el penne. Coloque los tallos y las hojas en un recipiente, cubra con una toalla de papel húmeda y refrigere.
Lleve el caldo de pollo a fuego lento en una cacerola mediana. Sazone ligeramente con sal y mantenga caliente.
Caliente ½ taza de aceite de oliva en una cacerola grande a fuego medio-alto. Agregue la chalota y sude hasta que esté suave y translúcida, aproximadamente 3 minutos. Agregue el bolígrafo y tueste durante 1 minuto, revolviendo constantemente con una espátula de madera o una cuchara.
Agregue el vino blanco y deje hervir a fuego lento, revolviendo. Cocine a fuego lento hasta que el vino se haya evaporado casi por completo. Agregue 1 ½ tazas de caldo de pollo y cocine a fuego lento. Cocine, revolviendo ocasionalmente, durante 5 minutos, luego agregue la salsa. Vuelva a hervir a fuego lento, revolviendo suavemente de vez en cuando. Agregue lentamente el caldo de pollo restante, ½ taza en un empate, cocinando y revolviendo ocasionalmente, como lo haría con un risotto, hasta que el penne esté al dente y todavía haya un poco de líquido de cocción en la sartén, aproximadamente 10 minutos en total.
Mientras tanto, combine la ½ taza restante de aceite de oliva y el ajo en rodajas finas en una sartén grande y caliente a fuego medio-alto. Cuando el ajo comience a chisporrotear agrega los tomates, sazona con sal y pimienta y sofríe por 3 minutos. Agregue las cebolletas y cocine por 1 minuto más.
Agregue los tomates y las cebolletas al bollo. Ajuste el fuego a medio-alto y cocine por 2 minutos para permitir que la pasta absorba un poco de salsa. Sazone al gusto con sal y pimienta, agregue la albahaca y sirva inmediatamente.