Le preguntamos a nuestra comunidad si quería aprender más sobre la inmersión en frío después de que Camila publicara al respecto y la respuesta fue sí, ¡así que comencemos!
La inmersión en agua fría, también conocida como inmersión en agua fría, se ha practicado durante siglos como un método para promover la salud física y mental. La práctica consiste en sumergir el cuerpo en agua fría durante un breve período de tiempo, normalmente entre 1 y 5 minutos. Si bien puede sonar incómodo, se cree que sumergirse en frío ofrece una variedad de beneficios para su salud.
Estas son solo algunas de las razones por las que puede considerar agregar la inmersión en frío a su rutina de salud y bienestar:
- Aumenta la inmunidad: Se ha demostrado que sumergirse en frío estimula el sistema inmunológico, lo que puede ayudar a combatir infecciones y enfermedades. Se cree que la exposición al agua fría aumenta la producción de glóbulos blancos, que son fundamentales para un sistema inmunológico fuerte.
- Reduce la inflamación: La inflamación es una respuesta natural a una lesión o infección, pero la inflamación crónica puede provocar una variedad de problemas de salud. Se ha demostrado que la inmersión en frío ayuda a reducir la inflamación en el cuerpo, lo que puede ayudar a aliviar el dolor y promover la curación.
- Mejora el estado de ánimo: Se ha descubierto que la inmersión en agua fría tiene efectos que mejoran el estado de ánimo. Se cree que el agua fría estimula la producción de endorfinas, que son los analgésicos naturales del cuerpo y los que mejoran el estado de ánimo.
- Aumenta el metabolismo: Se ha demostrado que la exposición al agua fría activa la grasa parda, que es un tipo de grasa que quema calorías para generar calor. Esto puede ayudar a impulsar su metabolismo y promover la pérdida de peso.
- Alivia el dolor muscular: Si es un atleta o alguien que realiza actividad física con regularidad, puede experimentar dolor muscular y fatiga. Se ha demostrado que la inmersión en frío ayuda a reducir el dolor muscular y promueve la recuperación.
También es importante comenzar gradualmente a sumergirse en agua fría, comenzando con exposiciones cortas al agua fría y aumentando gradualmente la duración con el tiempo.
Si está interesado en probar la inmersión en frío, comience con un breve chapuzón en una piscina o ducha fría, y aumente gradualmente hasta exposiciones más prolongadas. Al igual que con cualquier nueva práctica de salud, es una buena idea consultar con su médico antes de comenzar.
Para ver a Camila sumergiéndose en frío, echa un vistazo a este vídeo.
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